1. Limpieza Profunda: Antes de comenzar el proceso de cristalizado, es esencial limpiar a fondo el suelo para eliminar la suciedad, el polvo y cualquier residuo de cera o sellador previo.

2. Aplicación de Producto Químico: Se aplica un producto químico especializado de cristalización en la superficie del suelo. Este producto reacciona con el mármol o el terrazo, creando una capa dura y transparente que le da el característico brillo.

3. Pulido: Se utiliza una máquina pulidora con discos de diamante para frotar el producto químico en la superficie del suelo. Esto ayuda a suavizar cualquier imperfección y a lograr un brillo uniforme.

4. Lavado y Secado: Después de completar el proceso de pulido, se lava el suelo para eliminar cualquier residuo del producto químico y luego se seca completamente.

5. Sellado Opcional: Aunque el cristalizado en sí mismo proporciona cierta protección, algunos propietarios eligen aplicar un sellador adicional para mantener el brillo y proteger el suelo de futuros daños.

Restauración del brillo: El proceso de cristalización puede hacer que los suelos desgastados y opacos vuelvan a lucir como nuevos, devolviendo su brillo original.

Protección contra desgaste: La capa dura creada por el cristalizado actúa como una barrera protectora contra arañazos, manchas y daños causados por el tráfico constante.

Facilidad de mantenimiento: Los suelos cristalizados son más fáciles de limpiar y mantener, ya que la superficie es más resistente a la acumulación de suciedad y manchas.

Durabilidad a largo plazo: Cuando se realiza adecuadamente y se mantiene regularmente, el cristalizado puede mantener el aspecto y la integridad del suelo durante años.